En el puerto de Marsella, Honoré Panisse está enamorado de la preciosa Madelon. Panisse suele jugar a las cartas con César, padre de Marius, el muchacho de quien Madelon está enamorada. Un día, Marius le envía a Madelon una nota diciéndole que se embarca durante tres años. Panisse pide la mano de Madelon una vez más. Ella descubre que está embarazada y va a explicarle por qué no se puede casar con él, pero finalmente Madelon accede al matrimonio por el bien del niño. Un año después, Marius regresa inesperadamente.