Polonia, invierno de 1942. Un campesino rico y solitario trabaja sus tierras sin preocuparse demasiado por los nazis. Es un buen hombre, aunque algo simple, y nunca se ha casado porque las mujeres lo ponen nervioso. Un día sorprende en sus tierras a una mujer, vestida con un abrigo de piel, que intenta robar una barra de pan. Al ver que está enferma y febril, decide acogerla en su casa para curarla. La mujer es judía y ha conseguido saltar de un tren que se dirigía a los campos de exterminio. El campesino no tardará en enamorarse de la mujer.