La tradición culinaria de Grecia, como no podía ser de otra forma, se remonta a cientos de años y ha estado marcada por la evolución que su posición geográfica le permite. Siendo el puente que conecta Europa y Asia, las influencias otomanas se hacen notar en sus comidas, por ello platos como la moussaka son de origen árabe y el tzatziki de origen turco. Sus ingredientes provienen del mar y tierra teniendo gran presencia los productos de la huerta ligándolos a la gastronomía mediterránea.